Patrimonio de Lubián

Es denominado Cortello do Lobo en nuestro entorno, la comarca de As Portelas o la Alta Sanabria es una construcción típica de la arquitectura popular cuyo objetivo era dar caza al lobo.

La trampa es una construcción ingeniosa que consiste en un recinto de sección circular levantado con piedras sin argamasa y rematado con grandes lastras salientes hacia el interior. Se sitúa a media ladera de la montaña, de manera que una de las partes de la pared queda a nivel del terreno lo que genera un efecto visual engañoso para el depredador que cae al recinto sin salida atraído por un cebo situado en el centro. Al descubrir la presencia del Lobo en la trampa, que se alertaba al grito de “¡O lobo no cortello!” , acudían las gentes con toda clase de objetos ofensivos. Reducido el animal, era convenientemente abozalado y exhibido a continuación por los pueblos de los alrededores.

Esta trampa era utilizada como un elemento de defensa contra el ataque del Lobo no como un instrumento de exterminio del cánido. Se empleaba tiempo atrás, antes de la existencia del veneno y las armas de fuego, en tiempos en que la lucha hombre-lobo era más o menos equilibrada. Desde tiempos inmemoriales el hombre, ha tenido miedo al Lobo. Miedo, trasmitido de generación en generación a través relatos y leyendas que han contribuido a la generación de mitos sobre la figura del Lobo. Mitos, infundados que han perdurado hasta hoy. En las comunidades rurales más pobres, se alimentaba a los mastines de forma comunitaria, defendiendo los ganados que se pastoreaban también en común. Esta práctica resulta muy efectiva y dice mucho de los buenos modos utilizados por los antiguos ganaderos.